30 octubre 2008

Ensangrentadamente tuya


Recuerdo la primera vez que probé la sangre, el sabor metálico, su tibieza recorriedo mis comisuras, aquel color tan enigmático... Todo empezó con un accidente doméstico pero luego fue a más, mis ansias iban creciendo y mi curiosidad era imparable. No quería sentir el dolor, simplemente buscaba el deseado fluido. Mis padres empezaron a preocuparse pero nunca imaginaron nada, era algo "normal".

Comprendo a Dexter, esta noche tengo una cita con él, quizás sea la última, quizás me lo merezco...

1 comentario:

Doctor Spawlding dijo...

Joder, ahora me sient menos raro, la mi chica lo flipó el día que le conté quehabía porbado la sangre de otrapersona. Es algo íntimo, nada más.