24 mayo 2009

Caprichos míos

El otro día estaba de paseo por las librerías de la ciudad y me apetecía darme un caprichín en forma de libro. Ya me quedé con las ganas de él en la feria del libro y por fin le tengo en mi poder. "Más rollos míos" de Aude Picault es la segunda parte de "Rollos míos", un librito pequeño de tapas color cyan (9 eurillos) con unas ilustraciones deliciosas y un sentido de humor con el que más de una de se puede sentir identificada. Me ha parecido que está muy en la onda de "Fresa y chocolate". Ya sé que he empezado por la segunda parte, así que me temo que no me va a quedar más remedio que encapricharme de la primera. Lo devoré el otro día en el autobús y es que al final Rukaegos va a tener razón y hay que llevar un libro siempre bajo el brazo, auqnue en esta ocasión por su tamaño mejor llevarlo en el bolsillo del pantalón.

Toda un joyita altamente recomendable.

12 mayo 2009

No me iré mañana

Hay días que se empaña por una mala noticia que te persigue todo el día. He crecido con sus canciones, escuchando aquella extraña y dulce voz ochentera. De pequeña me hacía gracia memorizar sus complicadas letras que apenas entendía. Sus canciones me transportaban a atmósferas diferentes, desconocidas, complejas...

Podía haber sido el vecino extraño del 5ºb, el amigo de mi hermano mayor, el chico del instituto que no se da cuenta que estás colada por él, ese amigo que te siente y te sabe escuchar. Nunca le ví en directo, en los últimos años le veía tan deteriorado que creía que no soportaría verlo en directo. Siempre nos quedarán canciones como Lo mejor de nuestra vida, Esperando nada, El sitio de mi recreo y muchas otras que iremos descubriendo cualquier tarde nublada.

Hace casi dos años confesaba que A trabajos forzados era una de mis favoritas aunque la letra no sea de él, siempre creí que era un poeta. Nunca me he atrevido a cantar en público sus canciones, no sé porqué. Tal vez porque tenía una sensibilidad tan exquisita que da vértigo. Nos has dejado, pero ahora ya estás con Marga. Descansad en paz.

07 mayo 2009

El hombre

Hugh Jackman, nuestro lobezno favorito, no es sólo este pedazo de cuerpo que nos pone tanto. Creo que representa a un prototipo de hombre que había desaparecido o dejado de estar de moda. Es algo más que unos músculos, tiene esa cara de buen tipo, sonrisa pícara,tiene pelo en el pecho (pero quién les manda depilarse), mirada inteligente, ese saber llevar una camiseta tipo Abanderado...

Uf podría seguir y seguir, pero creo que lo puedo resumir diciendo que es la representación del hombre hombre (ya sabeís a qué me refiero). Cada vez me recuerda más a Clint Eastwood, que está sabiendo envejecer tan bien, y a una de mis vacas sagradas que además es compatriota de él, mi Bryan Brown.

Si es que no es de extrañar que salgamos del cine cachondas ;-)

Pd: Esto es para ti, nena, tú sabes...

06 mayo 2009

VEO VEO

Ayer estuve hablando con una de mis chicas favoritas del blogcindario sobre la pérdida de libertad e intimidad en los blogs. Un@ comienza escribiendo pensando que nadie que le conoce leerá el blog, se siente libre para comentar lo que quiera sin que nadie se sienta aludido.

Cuando empiezas a saber que la gente de tu entorno te lee te hace gracia y agradeces su interés. Algun@s amig@s empiezan a crear sus propios blogs (si servidora escribe sin saber escribir los demás pueden, ese concepto me chifla). Conoces gente interesante mediante este espacio y te agrada mucho. La cosa se tuerce cuando te empiezas a preocupar, cuando la gente se da por aludida en temas que no les conciernen. Alucinas con las inferencias de la peña que pasa demasiadas horas pegada a la pantalla. Flipas cuando gente que no conoces te conocen por el blog (oh Internet todopoderoso). Se te salen los ojos de las cuencas cuando algun@ proyecta sobre tus posts todo lo negativo de su ser. Total, que acabas una tarde de mayo hablando de sandalias de plataforma, actrices acabadas, Chockoberry tea y sobre si vas a cerrar tu blog porque ya no sientes lo mismo.

Durante estos años me ha dado pena cuando algún bloguero ha echado el candado. Con algunos estaba muy enganchada y disfrutaba con lo que exponían. Ahora pienso en las diferentes razones que les llevaron al cierre...

Sigo reflexionando sobre el tema y no llego a ninguna conclusión. Lo que no está dentro de tu casa está fuera, al alcance de cualquiera. A veces no nos damos cuenta de lo que compartimos, puede llegar a ser tan peligroso como cuando un amigo nos pide que seamos sinceros. Facebook, Twenty, Messenger, Twitter están cambiando nuestras relaciones y la manera en la que nos comunicamos en cierto modo. Todo está a la vista porque queremos exhibirlo, enseñarlo... ¿De dónde viene esa necesidad imperiosa? ¿Qué da más morbo observar a alguien que conoces o a un desconocido? ¿Saber el porqué de un post o imaginarlo? ¿Qué es más interesante las fotos de tu amigo o de su amigo?

Todos somos un poco vouyer, ya lo decía Hitchcock.

04 mayo 2009

Días de cine

"Revolutionary road"

Hay películas que afortunadamente te dejan clavado a la butaca. Durante la pretemporada de los Oscar empecé a oir hablar sobre la última creación del magnífico Sam Mendes basada en el libro "Revolutionary Road" de Richard Yates y ayer finalmente la pude disfrutar.Para los que no la habeís visto, deciros que es muy cruda, tan cruda como la vida misma.
Tiene momentos excepcionales como el paseo por el bosque del matrimonio Wheeler con el lunático interpretado por Michael Shannon (apartir de ahora le haremos un seguimiento, una pena que no ganara el Oscar, se lo merecía) o las escenas en las que la Winslet lo da todo con su cara aún no intoxicada de Bótox.
No he visto "El lector" (hace tiempo que leí el libro y me da respeto ver el film, esta semana caerá fijo) pero si a la Winslet no la hubieran dado el Oscar por ella, sí que lo hubiera ganado por el pedazo de personaje que desarrolla en la peli.
Sin desvelaros de qué va la película, os contaré que no deja indiferente a nadie. Temas como la vida en pareja, las trampas en las que caemos para no enfrentarnos a nuestros sueños, los ideales perdidos y rotos o la maternidad se tocan de una manera realista, sin concesiones. La historia de Yates me ha recordado al más puro Richard Ford y su libro "Pecados sin cuento".
Sinceramente, disfruto con las historias que no me dejan indiferente y ésta me ha tocado.