
Recuerdo la primera vez que probé la sangre, el sabor metálico, su tibieza recorriedo mis comisuras, aquel color tan enigmático... Todo empezó con un accidente doméstico pero luego fue a más, mis ansias iban creciendo y mi curiosidad era imparable. No quería sentir el dolor, simplemente buscaba el deseado fluido. Mis padres empezaron a preocuparse pero nunca imaginaron nada, era algo "normal".
Comprendo a Dexter, esta noche tengo una cita con él, quizás sea la última, quizás me lo merezco...
1 comentario:
Joder, ahora me sient menos raro, la mi chica lo flipó el día que le conté quehabía porbado la sangre de otrapersona. Es algo íntimo, nada más.
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