Vuelta al cole

Bueno, el verano ha acabado y viendo el blogcindario estamos todos jodidos con su llegada.

El baño de ayer fue estupendo, el mar plateado me sonreía y se despedía de mí con sus mini olas. Recuerdo que de pequeña me encantaba ir al cole, allí me lo pasaba bien, aprendía cosas nuevas y descubría nuevos libros que devorar. Nunca aprendí a forrar libros pero me encantaba llevarlos perfectamente forrados, lápices y rotus de colores correctamente colocados, cuadernos minuciosamente seleccionados, ay ese olor a papel nuevo...

Mañana empieza mi curso, 20 pares de ojos a los que atender, enseñar, torturar (jajajaja es broma), escuchar y aprender, en definitiva de ellos. Empiezo con mucha ilusión como hacía de niña. Nunca me gustaron los maestros, profesores o todo lo que representara a cierta autoridad, esas personas rectas, lo cuestionaba todo, sobre todo las normas que yo consideraba estúpidas e incomprensibles. AHora me toca estar en el lado oscuro y en un mes estaré en los dos lados como un buen doble agente...¡Quién me lo iba a decir!

Pues nada, a preparar mi bolsón, mi bolígrafo exterminador, mi nuevo Moleskine rojo, mi carpeta morada y la mejor de mis sonrisas para sobrevivir a trenes repletos, andenes sucios, horarios extraños, autobuses llenos de feromonas, días de lluvia y calor, la odiada primera hora, carreras a contrarreloj, jornadas interminables...

El otro día unos niños de infantil eran entrevistados entre llantos y mocos, esos locos bajitos nos dejaron perlas como: ¡Soy muy pequeña!, ¿Por qué tienen que ser las clases tan pronto?...

Pues eso digo yo y que conste que no me quejo.

;-)