06 junio 2008

¡Os voy a matar a todos, hijos de puta!


Cómo empezar... Nunca me he considerado una tía 10, de esas que a primera hora de la mañana van pluscuamperfectas, enfundadas en ajustados jeans talla 38 y con taconazo y todos las miran. Soy una tía normal que pasa desapercibida para todo el mundo excepto para los locos, decadentes y borrachos.
Hace unos añitos me atacaron a las 4 de la tarde en pleno centro de Santander, lo pasé muy mal porque un menor de unos 17 años me agarró una teta, casi me tira al suelo (menos mal que soy una tiarrona) y echó a correr, el hematoma fue de órdago (tuve que ir al hospital) y me asusté mucho. Lo denuncié y tras pasarlo bastante mal en comisaría ( me tocó una tipa que decía que eso era sólo una gamberrada y no una agresión, tócate los huevos) resulta que al tío lo cogieron porque la cosa fue a más y había atacado a más chicas que lograron identificarle.
Después de esta experiencia no pensaba que me pudiera volver a pasar hasta hoy. Iba yo
esta mañana hecha un fistro (parka verde atada hasta el cuello, pantalones anchos negros, el pelo recogido en una pinza, sin maquillar y con cara de sopa, en fin que iba preciosa) cuando veo a uno de esos vagabundos chungos que tanto abunda últimamente por la ciudad. COmo iba a lo mío intento no cruzármelo y me quedo en un escaparate buscando unos perfectos pendientes de oro blanco y brillantes que lleven mi nombre (en Tiffanis no me hubiera pasado sniff). Total pasan unos minutos y me paro en un semáforo, no estaba sola sino rodeada de marujeitors y demás personal. De repente el tipejo se pone al lado mío y me toca la teta....... Yo flipo y le empiezo a decir de todo, la gente ni se inmuta, ni siquiera la maruja que estaba a mi lado, haciendo gesto como que la cosa era normal. Le amenazo con darle dos ostias y llamar a la policía. El tío se me pina y se pasa a la otra acera cruzando en rojo. De repente como arte de magia aparece un poli en moto, le ve y se para. Me acerco a él y le digo lo que ha pasado. El poli majo me dice que si lo quiero denunciar y le digo que paso, que no me ha hecho daño pero que he visto que ha molestado a más gente. Me dice que si no hay denuncia no se le puede llevar. En fin, me largo con la impotencia de no haberle roto la cara de mierda que llevaba con mi superbolso.
Así que en mi mente he matado a todos esos hijos de puta babosos que van tocando a tías por la calle, a los violadores, a los viejos verdes que se masturban en los parques, a los viejos cebolleta que se te arriman en el bus, a todos esos mierdosos borrachos que te joden el día... Los he matado a martillazos como en Misery, a ostia limpia. Creo que la próxima vez acabo en comisaría y os lo juro que me va a dar igual.
Mi reflexión es la siguiente. Uno no puede controlar su reacción en estos casos pero deberíamos las mujeres tener cierta solidaridad e increpar al sujeto en cuestión, o mejor aún un linchamiento femenino en toda regla...¿Por qué no nos enseñan a reaccionar en la ecuela ante estas situaciones? Porque por desgracia la que más o la que menos a tenido una experiencia chunga de este tipo...
En fin, no me quiero emparanoyar pero yo o llevo algo en la frente o tengo la suerte del enano, y encima los amigos te dicen que te ha mirado un tuerto, si es que van a tener razón...

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Respira hondo, nena, que te va a dar un mal:
Ante esa situación primero sueltas la hostia (o el bolsazo, o el rodillazo en los huevos, lo que más te inspire en ese momento) y luego ya preguntas e increpas lo que tengas que increpar.

Doctor Spawlding dijo...

No solo las mujeres, cualquiera que esté cerca en un caso como ese no debería dejar qeu el tipo en cuestión se fuera de rositas, ni de coña. en fin, la próxima vex no te lo pienses y lanza un misil tierra-cara-bolso con todas tus fuerzas.

EL CHICO GRIS dijo...

La violencia no conduce a nada... pero a veces es el único recurso y así, a lo mejor, el tipo se lo piensa mejor la próxima vez. Como decían los Def Con Dos: "Primera medida preventiva:spray en los ojos, porrazo en la espinilla. Segunda medida de autodefensa: patada en la entrepierna."

Bardamu dijo...

Mátalos a todos y que Dios escoja a los suyos.
Claro, que también se puede poner la otra teta.
Al gusto

Rukaegos dijo...

Me apunto a la propuesta del spray, a ser posible de laca corrosiva para que se le vayan pudriendo las sus partes lenta y dolorosamente.
Y una recomendación para cierto dúo estupendo: "La única solución es la violencia", del Aviador Dro y sus Obreros Especializados ;)

Un besito, guapísima.

A.S. Olivier dijo...

Una recomendación:

http://es.engadget.com/2007/07/25/a-la-venta-la-pistola-taser-c2/

(Tendrías que escuchar el sonido que emite: una especie de szhhhhhhh , szhhhhhhhhhhhhh). A mí me pone sinceramente muy cachondo.

Pd. Te subo sin falta un Spray de pimienta de los legales. Lo llevas en el bolso y punto. Ya verás cómo a ese miserable hijo de puta se le van a quitar las ganas de toqueteos.
Y la solidaridad social, en fin, qué te voy a contar. Muchos sociólogos han explicado ya este tipo de comportamientos (El esto no va conmigo, el mirar hacia otro lado). ¡Penoso!

Cafeína dijo...

A mi me parece q hiciste de pm. Aunque te qdaras con las ganas de darle un par de leches, el hecho de q te atrevieras a gritarle... Yo no me atrevo ni a eso :O

Biz

Anónimo dijo...

Anda con ojo, cielo, que ante esos mamarrachos estás desprotegida. La poli pasa de todas ("ya está aquí otra histérica de esas") y la gente que tienes alrededor no movería un dedo por ti aunque el tipejo te estuviera cosiendo a puñaladas. O sea que en todo caso el spray, y con reincidencia alevosa y vehemente; y cuando el fulano se eche las manos a la cara, la patada en los mismísimos, que un clavo saca otro clavo.
Besos y ánimo.

Miss Underground dijo...

Gracias a todos por vuestro apoyo, la verdad es que me cabre´´e mucho pero ya está pasado... Tomo apuntes de todo lo que habéis dicho, sois geniales.

Besos domingueros

Anónimo dijo...

Yo he vivido sobretodo lo de la cebolleta en el autobús y nunca he sido capaz de reaccionar, he huido y me he quedado luego con la sensación de víctima, cosa que me jode.

Nunca me he puesto a chillar, nunca he agredido, simplemente me he quedado avergonzada, paralizada.

Suena melodramático, pero que alguien se restriegue es muy desagradable cuando no quieres que lo haga. Pero peor aun es no saber reaccionar para impedirlo