27 septiembre 2006

Yo confieso

Ayer estuve viendo de refilón el programa de los cástings de OT. Cómo se pasan los del programa, se ríen de los pobres incautos a papo lleno. Cómo saben desde el principio quién se va a quedar, hasta el propio espectador podría hacer bien un cásting de este tipo aunque carezca de formación musical, porque en este programa se busca algo más. Ayer me quedé pegada a la tele porque un tal Jorge González de 17 años, gitano, guapo hasta decir basta, con una cara que desprende luz e inocencia, tímido y con pocos conocimientos musicales. Un producto perfecto para el paladar del viejo lobo Kike Santander. Y me imagino cómo nos lo venderá: una especie de latin lover destinado a las más jóvenes, una mezcla de Chayanne y Luis Miguel con toques agitanados. Un producto apto para todos los públicos. Estaremos pendientes de este chico, quién sabe...

Hoy quiero confesar (como diría la Panto) que yo me presenté hace más de 5 años a la segunda edición de OT. Sí, sí como lo oís, a veces me da vergüenza decirlo porque claro, poneros en mi lugar, pero luego me río de mi misma, de la frikada tan enorme que hice.


Me fui a Oviedo, un mes de mayo, a presentarme, quería vivir la experiencia, nunca me había presentado a un cásting y me dije porqué no. Hubo gente que se metió una kilometrada (bueno yo sólo dos horitas de bus y además un amigo me alojó en su casa, fue una estupenda oportunidad para concoer un pcoo esa ciudad) y madrugón enormes. Ví a mucha gente muy ilusionada, adolescentes con sus madres, chicos de karaoke con camisas de cuellos alzados y gomina, cantantes frustados, freakis...en fin de todo. Recuerdo que nos metieron en un pabellón, nos numeraron y en general nos trataron como a ganado del baratillo, sin miramientos.

Recuerdo que mientras esperábamos nuestro turno la gente calentaba la voz, se conocían los unos a los otros, yo me saqué un croisant y me lo comí tranquilamente porque más o menos veía lo que se cocía. Quién demuestra en 20 segundos que sabe cantar o que es un artista fenomenal. Allí se buscaba un físico (recordad esa edición por favor una de las peores, pero eso sí todos muy lindos, de hecho apenas han triunfado) y lo demás era cuento. Cuando me dijeron que por supuesto no estaba seleccionada cogí mi mochila y me fui con la mejor de mis sonrisas. Yo tenía mi vida, mi trabajo, mi profesión y mi gente, no necesitaba una Operación Triunfo en mi vida. La gente salía llorando desolada, desilusionada, tragedia Griega en estado puro. No sabían que sólo les habían dicho que noe ran lo que buscaban, no que no tuvieran aptitudes para la música, allí no se acababa todo...

Estuve varios años sin cantar hasta que un día alguien muy especial me dijo "Si quieres cantar olvídate de karaokes y OTs" y aquí me teneís, preparando el próximo concierto de Los Arrancacorazones en Halloween. Así son las cosas y así os las he contado.

2 comentarios:

Mar dijo...

En realidad el palo tremendo debe venir cuando los que sí pasan el casting, los que salen en la tele,luego no los escucha ni su madre, y es que una carrera así puede venir bien para los primeros puestos pero al resto... Además se exponen a que personas que no cantan ni "hola don pepito" les hagan una crítica musical. Y no disfrutan de lo que han ganado (experiencia, clases...) sino que se convierten en carnaza de revistas del "corazón".
En fin... qué lástima no oirte a ti.
Besoss

Miss Underground dijo...

Tienes mucha razón y es que hay que aprender de éstas y de todas las experiencias y quedarse con lo bueno. Les deberían animar a seguir luchando, en fin...

Eso sí tienen la lágrima siemrpe demasiado fácil, ¿no creeís?