29 abril 2008

Alma de mudanza

Hace 1 año que estrené casa y todavía tengo cajas sin desembalar. Después de un ultimátum tuve que recoger más de 4 cajas de mi antigua morada: albumes de fotos, papeles y más papeles, catálogos viejos, más papeles, etc... 30 años acumulando un montón de cosas que luego no son necesarias. Trasladé las cajas, tras examinar su contenido y evaluar el exterminio me dí cuenta que tiré más de la mitad de las cosas y me sentí liberada. Allí estaba yo delante del contenedor azul más feliz que una lombriz :-)


Me gustó reencontrame con mis viejas fotos ( en las que salgo con años y kilos de menos) en las que me cuesta reconocerme y con escritos en los que también me cuesta reconocerme. ¿Soy yo la que aparece en esas imágenes? ¿Soy yo la que escribió esas líneas? Sí, sí eres tú o mejor dicho eras tú, por eso lo tienes ahí, para aprender. Esas cosas las guardaré como pequeños tesoros, momentos capturados, pensamientos escritos, para mostrar, compartir o guardar, quién sabe...

4 comentarios:

Cafeína dijo...

Cada vez q viajo a españa siento lo mismo. Allí vuelvo a casa de mis padres, con mis escritos, mis fotos y mis peluches; y cuando tengo q volverme, me cuesta elegir qué se queda y qué se viene conmigo. Hay otra yo q permanece en casa de mis padres a cada viaje.

Doctor Spawlding dijo...

Te entiendo perfectámente, yo en los últimos años me he mudado como cuatro veces y estoy arto de llevar kilos y kilos de objetos de un lado para otro, he decidido quedrame solo lo esencial y no acumular más libros o películas o lo que sea hasta que tenga mi porpia casa, que según están las cosas será para el 2050, por lo menos.

Anónimo dijo...

Yo también tengo cajas sin abrir y lo que les queda a mis libros para volver a ver la luz del día.
Pero que chulo es tener tu agujerito en el mundo, verdad?

Miss Underground dijo...

Lo de encontrar y tener u hueco en este mundo es genial, pero lo de tener el síndrome de Diógenes es terrorífico...

Besazos a todos