23 octubre 2007

Nightclubbing


Tarde de teatro,
noche de comedia bohemia.
Las musas revolotean
por las calles del Carmen.


La gente brillante
escapa de la opacidad de los otros.
Amores en cortocircuito
chispas de pasado.


Sumergidos en el Niágara
ella salió corriendo
y él se quedó sentado.



Zorras que manosean
los cuerpos de otras.


Tu y yo
lo sabemos
las rubias no dan buen resultado...

19 octubre 2007

A qué huelen...

Os presento la nueva campaña de Tom Ford para su fragancia masculina. Yo me imagino al bueno de Tomasito en su estudio creativo diciendo:
-¿Cuál es el olor que más le gusta al hombre hetero? Coño, claro.

www.tomford.com

¿Cuánto van a tardar

los periodistas españoles en mencionar esta campaña?

las asociaciones de feministas en denunciarla?

los telediarios en ponerla en su sección de relleno?

¿Sacarán la versión pour elle?

Esperaremos impacientes, aunque ya sabeís que donde hay pelo hay alegría...

18 octubre 2007

Asume tu posición


A la chica del tren:
Nos ponías más hace unos meses
con tu uniforme de Las Esclavas,
ahora ya no te miran
los obreros del tren de las 07:47.


Freddy Krugger
nació de una pesadilla colectiva
¿qué saldrá de ésta?


Tengo 3 pares de gafas.
2 nuevos y uno viejo
¿qué coño estoy haciendo?


Hoy llevo catiuscas rojas
para pisar charcos
o lo que se tercie.

Estoy en una lista negra,
menuda mierda
me gusta más el magenta.
Estás loco por mí
y no lo sabes,
mejor para los dos.

Amantes y otros extraños

Este fin de semana la oferta cultural de Santander es amplia y variada. Empezando el viernes por el concierto de Los Arrancacorazones en el Hotel NH de Montaña a las 22:30 horas, pasando por la obra de teatro Amantes y otros extraños de la nueva compañía cántabra Suma teatro; Seis historias independientes en clave de comedia sobre los conflictos en la pareja, sobre la dificultad del diálogo y el entendimiento entre los seres humanos. Si el mundo es un reflejo de nosotros mismos estas historias bien podrían ser un metáfora sobre nuestro mundo.

Y cómo no, el agotado concierto de Melendi y Algunos Hombres Buenos...Por cierto tengo entradas y no sé a quién dárselas.

En fin, un finde que promete sobre todo por los que venís de Madrid y Benidorm y hace mucho que no os veo. Vamos a quemar Santander, por mis narices que sí.





15 octubre 2007

The electrical morning

El jueves fue un día grande: mi churrería favorita ha vuelto a la plaza Pombo y me dí el gustazo de asistir al concierto de Marlango en Tantín.
La pelea con los cajeros de Caja Cantabria mereció la pena y ahí estaba en la quinta fila disfrutando de un disco que se te mete en la piel. Canciones nuevas, la versión de los Amaya de Vete y alguna de los dos discos anteriores. Not without you me erizó la piel por completo, Leonor estuvo muy bien, fue soltándose y hasta acabó haciendo publicidad de los sobaos el Macho. Alejandro Pelayo conquisto a un público entregado a su saber hacer y timidez extrema, jugaba en casa y la responsabilidad era muy grande, se desquitó del concierto del año pasado en el Palacio de Festivales. Nos hizo temblar y silbar a los asitentes.
Esa misma noche me enteré que hemos ido al mismo instituto, me hizo ilusión, siempre pensé que de aquel agujero no podía salir nada bueno.
Al día siguiente comprobé, en nuestro querido DM ,que efectivamente el periodistilla cultural de turno había hecho la crónica del concierto antes de ir, eso sí que es tener un buen estilo periodístico, sí señor...
Como punto final a la noche buena compañía y un paseo por los locales más decadentes de Santander, que haberlos hailos...

09 octubre 2007

Un día cualquiera


No sé si será por mis enfermedades crónicas que odian el otoño que hoy he comenzado a hacer cosas raras. Así que me paro en seco y me pregunto;


¿Qué hago yo


persiguiendo entradas del Boss si ni siquiera tengo intención de ir a Bilbao a verle?

bajándome más de 40 capítulos de POCOYO?

comiendo bombones mexicanos rellenos de Kahlua?

haciendo test psicotécnicos que demuestran mi torpeza intelectual?

vagueando por mi trabajo con cara de zumbada y con la espalda jodida?

mirando el reloj hasta que den las 14:15 horas?

preparando una despedida semilaboral que no me lleva a nada?


Voy a dejar la automedicación porque me está matando...

04 octubre 2007

Niebla


-Bajo hasta casa de la portera- se dijo- dejándome la bragueta abierta. Así comprobaremos si en realidad hay niebla, o si se trata de mis ojos.
Como es natural, el espíritu cartesiano de todo francés le induce a dudar de la existencia de cualquier calígine opaca, incluso si es tan tupida como para nublar la vista. Y no es lo que pueda decir la radio lo que vaya a decidir la aceptación de lo chocante. La radio no dice mas que majaderías.
-Me la saco- dijo Orvert- y bajo como si nada.

En efecto, se la saco y bajo como si nada. Por primera vez en su vida advirtió el chasquido del primer escalón, el temblor del segundo, el grillar del cuarto, el carrasqueo del séptimo, el susurrar del décimo, el chichear del décimo cuarto, las sacudidas del décimo séptimo, el bisiseo del vigésimo segundo y el abejorreo del pasamanos de latón, desatornillado de su sustentáculo terminal. Se cruzo con alguien que subía aplastándose contra la pared.


- ¿Quien va?- dijo, deteniéndose.


-¡ Lerond!- respondió el señor Lerond, el inquilino de enfrente.


-Buenos días- dijo Overt- Aquí Latuile.


Al tenderle la mano, encontró cierta cosa rígida que soltó con asombro. Lerond emitió una risita embarazada.


-Perdone- dijo-, pero no se ve nada, y esta neblina es endiabladamente calurosa.


-Cierto- asintió Orvert.


Pensando en su desabotonada bragueta, se avergonzó de constatar que Lerond habia tenido la misma idea que el.


-Bueno, hasta la vista- dijo Lerond.


-Hasta la vista- contesto Latuile, desabrochando solapadamente la hebilla de su cinturón.


Cuando el pantalón le hubo caído sobre los pies, se lo quito, arrojándolo a continuación por el hueco de la escalera. Ciertamente, aquella calina era tan agobiante como una pichona enamorada. Y si Lerond se paseaba con su mancebía al aire ¿por que tenia Orvert que continuar a medio vestir? O todo o nada.


Chaqueta y camisa volaban poco después. Decidió conservar los zapatos.


Al llegar al final de la escalera, golpeo con delicadeza en el cristal de la portería.


-¡Adelante!- respondió la voz de la portera.


-¿Hay cartas para mi?- pregunto Orvert.-


¡Oh, señor Latuile!- se desternillo de risa la gruesa mujer- ¡Siempre con sus chascarrillos...! ¿Y que, bien dormido ya....? No quise molestarle, pero tendría que haber visto los primeros días de niebla...
Todo el mundo parecía fuera de si. En cambio ahora...Bueno, digamos que a todo se acostumbra uno...


Por el poderoso perfume que lograba franquear la lacticinosa barrera, Orvert reconoció que se acercaba a el.


- Solamente a la hora del cocido no resulta demasiado cómodo- prosiguió ella-. Pero no deja de ser divertida la nieblecita... Casi se podría decir que alimenta. Como usted sabe, yo como bastante bien....Pues bueno, desde hace tres días, con un vaso de agua y un trozo de pan me basta.

-Va a adelgazar- observo Orvert.

-¡Ja, ja, ja!- cacareo la portera con su risa parecida a un saco de nueces cayendo por la escalera desde el sexto piso-. Compruébelo por si mismo, señor Latuile. Nunca me habia sentido tan en forma. Incluso los melones se me están volviendo a poner en su sitio... Compruébelo, compruébelo por si mismo.

-Esto..., yo...- dijo Orvert.

-Palpe, palpe, le digo que palpe.

Y cogiendo la mano del sentenciado, la coloco sobre el remate de uno de los melones en cuestión.

-¡Asombroso!- constato Latuile.

-Y eso que tengo cuarenta y dos años- informo la portera

- ¿Eh? ¿Quien lo diría? ¡Ah.. y es que las que son como yo, un poquito gruesas por donde es debido, tienen esa ventaja.

-¡Pero por todos los santos!- exclamo Orvert asombrado

- ¡Esta usted desnuda...!

-¡Claro! ¡Lo mismo que usted!- replico ella.

-Cierto- musito Orvert para si

-. Brillante idea he tenido.

-Han dicho los del arradio- prosiguió la portera- que se trata de un aerosol cafronisiaco.

-¡Ah..!- dijo Latuile.

Con la respiración entrecortada, la portera buscaba contacto. Por un instante, el hombre tuvo la sensación de que la dichosa calina le permitiría escamotearse.

-Escuche, por favor, señora Panuche- le imploro-. No somos animales. Aunque se trate de un aerosol afrodisíaco hay que comportarse con mesura.

-¡Oh, oh!- se limito a decir la señora Panuche con voz jadeante, mientras se servia de las manos con precisión nada mesurada.-

¡Esta bien!- dijo finalmente Orvert con dignidad-. Arrégleselas como pueda. Yo no quiero saber nada.

-Oiga- murmuro la portera sin perder su presencia de animo-, el señor Lerond es mucho mas amable que usted. Con usted, según parece, es una quien tiene que hacerlo todo.

-Escuche- le dijo Latuile-. Acabo de despertarme hoy. Por lo tanto, me falta entrenamiento.

-Descuide, le enseñare - aseguro la portera.

A continuación ocurrieron cosas sobre las que será mejor echar el piadoso manto de este desdichado mundo como sobre las miserias de Noe, de Salambo y el velo de Tanit en la encerrona.

Orvert salió muy vivaracho de la portería. Una vez en la calle aguzo el oído. En efecto, se echaba en falta el ruido de los automóviles. Pero, en su defecto, se dejaban oír innumerables canciones. Y las risas chisporroteaban por todas partes.

Extraído del relato El amor es ciego de Boris Vian (1949)

Miedo


¿Qué se debe hacer con lo que nos produce miedo o asco? Enfrentarnos o salir huyendo. De valientes sería enfrentarse y superarlo, pero a lo mejor es de sabios dar la espalda y seguir el camino por si acaso...
Con las personas pasa parecido, el temeroso hace fuerte al temido. Si el temeroso no está preparado es mejor que corra, otra vez será o no...