What good is sitting alone in your room...

Está claro que cuando consigues que te vaya todo medianamente bien, pasa algo que te trastoca y lo jode todo, cosas de la vida. Menos mal que después de la tempestad viene la calma, que si no... Yo que estaba feliz con mi cartoncito que me permite motorizarme de algún modo y de repente que encuentro postrada en mi cama con un horroroso collarín por tiempo indefinido (no los podrían hacer un poco más fashion por dios ¿sabeís si tiene algo para estos casos Prada o DG) y por supuesto, de baja, con la pila de trabajo que tengo ahora... Estoy harta ya de decir "es que me dieron por detrás" (ja je ji jo ju)

Os cuento esto, porque no puedo estar mucho tiempo delante del ordenador por los dolores y por todo el pastillamen que lleva este cuerpo serrano (no os asusteís estos días si desvarío)... En fin, me encuentro en esa situación extraña en la que una tiene tiempo para hacer ciertas cosas y no las hace porque está aletargada y porqué no decirlo HASTA EL CULO DE ESTAS CUATRO PAREDES.

Por supuesto, cuando estás así, te pueden llegar a obsesionar las cosas más rídiculas. Por ejemplo, he decidido que durante mi convalecencia voy a ser Sally Bowles de Cabaret; he cubierto mi collarín con mi boa de plumas, me he maquillado en plan Mac con pestañas postizas y todo y he sacado del armario mi camisón negro de satén que se cae de viejo. Y así es como me paseo por casa cantando Mein Heirr, mezclando las pastillas con vozka que detesto y riéndome de mi misma como una loca. La peluca me pica un poco pero es peor el collarín... Pensándolo mejor para la próxima semana seré Marilyn en "Con Faldas y a lo loco", total, el personaje me seguirá permitiendo beber y tomar pastillas como una loca...

Salud amig@s, tod@s lo necesitamos...

Besos enfermos