Hace unos meses en los locales más underground de la ciudad se colgaron carteles con la cara del difunto Tonetti y la palabra Flaman, la gente se preguntaba qué era aquello. Ayer se presentó en sociedad el número 2 del proyecto Flaman en el Callejón del Swing. Apesar de que empezó con retraso estuvo muy bien, sin demasiadas pretensiones pero efectiva. Pudimos disfrutar de un mediometraje de cine mudo sonorizado con uno de los creadores de Flaman, ver un corto de Linker, escuchar a Pablo Santos con su guitarra dándolo todo... En el Callejón es muy difícil que el público preste atención, pero hasta hubo momentos de medio silencio. Gente del mundo del cine, la música, la poesía y de la escena cántabra más alternativa se dio cita para asistir al segundo alumbramiento de Flaman.No es un fanzine, no es una revista, nadie sabe su periodicidad, es el fenómeno de la temporada.
Desde aquí deseo ¡larga vida a Flaman!








